Nuestro ciclo menstrual es un proceso de alta complejidad, puede durar entre 25-35 días aproximadamente y su evento central es la ovulación. Nuestro ciclo existe por muchas razones, más allá de que queramos o no ser madres; y se le conoce como el “quinto signo vital”. En este artículo te contamos en qué consiste y por qué es tan importante.
Lo primero que debes saber es que nuestro ciclo no es una enfermedad que debamos suprimir con fármacos, es un proceso hormonal, fisiológico, necesario y saludable. ¡Sorpresa! No existe solo para hacer bebés.
Aunque solemos creer que un ciclo “normal” debe durar 28 días, cada mujer es diferente y la duración de los ciclos varía. Por lo demás, un ciclo regular no dura todas las veces igual, ya que es esperable tener variaciones entre ciclos de hasta 8 días inclusive. Así que no creas que por tener ciclos cortos o largos, estás teniendo un problema. Y, por favor, no te encasilles en pensar que un ciclo debe durar 28 días todas las veces.
Por esta razón siempre digo que el “método del ritmo” o “método del calendario” es tan poco efectivo, pues asume que ovulamos el día 14 y que menstruamos luego del día 28. Esto no es una realidad para todas. La verdad es que: ¡Solo tú puedes saber cómo funcionas exactamente!
Un ciclo menstrual verdadero es aquel donde ocurre ovulación y los cambios físicos – anímicos y hormonales que acompañan este maravilloso fenómeno.
Como ves, la ovulación marca la pauta de nuestro ciclo y lo divide en 2 grandes partes:
La fase folicular (o pre-ovulatoria): inicia con la menstruación y termina con la ovulación. Durante esta etapa el foco está puesto en la maduración de los ovocitos al interior de los folículos. Esta es una fase de duración variable y susceptible a fluctuar debido a eventos como estrés o alimentación deficiente.
La fase lútea (o post-ovulatoria): inicia con la ovulación y termina con la siguiente menstruación. Puede durar entre 10 y 17 días. Durante esta etapa nuestro cuerpo, mente y emociones se enfocan en una posible implantación de un óvulo fecundado. Esta es una etapa muy estable en cada una de nosotras: es decir, que cada ciclo podemos esperar un período post-ovulatorio de duración muy similar.
Durante un ciclo menstrual ocurre toda una orquestación hormonal que nuestro cuerpo necesita para su óptimo funcionamiento y, en ese sentido, ovular cada ciclo es un medidor importante respecto a nuestra salud general. Nuestro ciclo existe por muchas razones, más allá de que queramos o no ser madres. Necesitamos nuestros ovarios y las hormonas que ahí se producen.
El ciclo menstrual favorece el desarrollo óseo, cerebral y cardiovascular; influye en el equilibrio intestinal, la salud dental, la estabilidad emocional y el deseo sexual. Nuestras hormonas naturales fortalecen la calidad del pelo, la piel y las uñas; previenen el cáncer de mama y de cervix. A través de la menstruación vivimos un proceso de limpieza a todo nivel, no solo eliminamos sangre y tejido sino toxinas y exceso de hierro, lo cual reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares en quienes menstruamos. Podríamos hablar durante horas sobre los beneficios de tener un ciclo menstrual y de por qué no es saludable suspender su funcionamiento. ⠀⠀⠀⠀
¡Recuerda siempre!
Nuestro ciclo se relaciona con nuestra salud física, nuestras emociones, nuestras vivencias. Si tu ciclo te habla de forma persistente, escúchalo.
Es común pero NO normal:
Señales de un ciclo en balance: