En un mundo lineal, ser cíclica es un acto de rebeldía.
Cada 8 de marzo, millones de mujeres y disidencias nos reunimos alrededor del mundo a través de marchas e intervenciones públicas para manifestarnos en contra de la violencia que se ejerce sobre nosotras.
En Santiago de Chile esta marcha es multitudinaria año a año. Sumergirse entre tantas mujeres en este evento es una vivencia emocionante, de GRAN PODER e inspiración.
Ciclar es un acto político.
Cada vez se hace más necesario reivindicar nuestro ritmo cíclico en un mundo lineal; cada vez es más urgente recuperar la soberanía que hemos perdido sobre nuestro cuerpo como primer territorio.
El mundo se tendrá que preparar para más mujeres que viven su ciclo plenamente, mujeres que entienden y defienden su ovulación. Mujeres que no aceptamos jornadas de productividad plana, mujeres que ponen límites, mujeres capaces de administrar sus úteros y ovarios sin intermediarios, mujeres libres y dueñas de sí mismas.
Por eso este año, desde Hacia la Raíz, queremos convocar un escuadrón especial para marchar juntas y mostrar que vivimos nuestra ciclicidad como un acto revolucionario.
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¡Nos vemos el 8M!